La isla de Java es uno de esos lugares que te dejan marcado, tanto por la experiencia vivida como por los lugares increíbles que alberga. Aunque a menudo queda a la sombra de destinos turísticos más conocidos de Indonesia como Bali, Java guarda auténticos tesoros que merece la pena descubrir.
En este artículo te vamos a contar qué ver en la isla de Java, cómo moverse, dónde alojarse y cuáles fueron nuestras experiencias personales para que puedas planificar tu viaje con más seguridad y aprovecharlo al máximo.
También te dejamos un vídeo de nuestro canal de YouTube donde podrás ver todos los sitios que te comentamos a continuación:
Índice de contenidos
¿Cómo ir a Java?
Nuestra ruta comenzó tomando un vuelo desde Bali hasta Surabaya, una de las ciudades más grandes de Java oriental. Hay varias aerolíneas locales que operan esta ruta, como Lion Air, AirAsia o Garuda Indonesia, y los precios suelen ser bastante económicos si se reservan con antelación.
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Una vez aterrizamos en el aeropuerto de Surabaya, teníamos reservado un hotel cerca de las famosas cascadas Tumpak Sewu, así que tomamos un taxi directamente desde allí.
Aquí es donde empezó nuestra pequeña aventura: lo que parecía un trayecto de 3 horas se convirtió en casi 5 debido a una experiencia poco agradable con el taxista. Aunque acordamos un precio fijo en el mostrador del aeropuerto, dos horas después de comenzar el viaje, el conductor decidió parar en una carretera secundaria para que unos amigos suyos nos llevaran el resto del trayecto… por un precio adicional. Nos vimos obligados a rechazar la oferta y finalmente conseguimos continuar el viaje gracias a la app Grab (una especie de Uber muy común en el sudeste asiático), que fue un salvavidas durante todo nuestro viaje en Java.
Consejo: descarga Grab antes del viaje, ya que te será muy útil tanto para trayectos cortos como para largas distancias si no tienes transporte privado.
Alojamiento en Tumpak Sewu
Nos alojamos en un pequeño hotel llamado Artha Cottages (puedes ver el enlace aquí a Booking), que se encontraba en un entorno natural espectacular, rodeado de vegetación y a apenas 10 minutos a pie de las cascadas de Tumpak Sewu.
La llegada fue un poco complicada, pero el esfuerzo valió la pena. El lugar era muy tranquilo, perfecto para descansar tras el viaje. Eso sí, el desayuno fue bastante básico: pan, mermelada y agua. Nada del otro mundo, pero suficiente para empezar el día.
Lo más destacado, sin duda, fue la proximidad a las cascadas. Poder levantarte temprano y estar en uno de los parajes naturales más impresionantes del país en cuestión de minutos es un auténtico lujo.
Cascadas Tumpak Sewu: Un espectáculo natural
Las Tumpak Sewu Waterfalls son, sin exagerar, unas de las cascadas más impresionantes que hemos visto nunca. Su nombre significa literalmente “mil cascadas”, y al verlas entiendes por qué. El agua cae desde decenas de puntos formando un muro líquido que te deja sin aliento.
Para llegar hasta el fondo hay que descender por un sendero que puede ser algo resbaladizo y exigente, así que lleva zapatillas antideslizantes o sandalias de trekking. Nosotros tardamos unos 40 minutos en llegar abajo, pero mereció la pena cada paso. Ver las cascadas desde abajo, con ese rugido ensordecedor del agua y rodeado de vegetación selvática, es una experiencia inolvidable.
Consejo importante: si quieres evitar multitudes y disfrutar del lugar casi en soledad, ve muy temprano por la mañana.
De Tumpak Sewu a Yogyakarta
Desde nuestro hotel organizamos el traslado hasta la estación de tren de Probolinggo, desde donde tomamos un tren hacia Yogyakarta, uno de los centros culturales y artísticos más importantes de Indonesia.
Viajar en tren en Java fue una grata sorpresa. El sistema ferroviario es bastante eficiente, los vagones son cómodos (sobre todo si compras billetes de clase ejecutiva) y los paisajes durante el trayecto son espectaculares: campos de arroz, volcanes al fondo, pequeños pueblos…
Puedes comprar los billetes directamente en la estación o a través de apps como Traveloka o Tiket.com, que funcionan muy bien.
¿Qué ver en Yogyakarta?
Yogyakarta, o «Jogja» como la llaman los locales, es una ciudad vibrante que combina lo tradicional y lo moderno. Es también un excelente punto base para explorar dos de los templos más famosos del país: Borobudur y Prambanan.
Templo de Borobudur
Borobudur es el mayor templo budista del mundo y una de las joyas arqueológicas del sudeste asiático. Construido en el siglo IX, este majestuoso templo en forma de pirámide está compuesto por nueve plataformas decoradas con más de 2.600 relieves y 500 estatuas de Buda.
Nosotros fuimos al amanecer y fue absolutamente mágico. Aunque desde hace poco ya no se permite subir a la parte más alta del templo sin guía, la experiencia sigue siendo impresionante. El juego de luces del sol saliendo entre las montañas mientras el templo se va iluminando poco a poco es algo que no se olvida.
Tip: compra las entradas con antelación y, si puedes, elige la opción del sunrise tour.
Templo de Prambanan
Situado a unos 16 km de la ciudad, Prambanan es un conjunto de templos hindúes dedicados a la trinidad divina: Brahma, Vishnu y Shiva. Aunque no es tan extenso como Borobudur, su arquitectura es más afilada y elegante, y caminar entre sus torres puntiagudas es una experiencia muy fotogénica.
Nosotros visitamos Prambanan por la tarde y nos quedamos para ver el espectáculo de danza Ramayana al atardecer. Una representación cultural preciosa con el templo iluminado de fondo.
La siguiente foto fue con nuestros guías, dos estudiantes de Yogyakarta que estaban haciendo prácticas de clases con los turistas.
Más cosas que ver y hacer en Yogyakarta
- Pasear por Malioboro Street: una calle llena de tiendas, puestos de comida callejera, batiks y artesanía. Ideal para comprar recuerdos y probar snacks locales.
- Palacio del Sultán (Kraton): el corazón del poder en la ciudad, aún habitado por la familia real. Se puede visitar con guía y entender mejor la historia javanesa.
- Taman Sari (Castillo del Agua): un antiguo jardín real con piscinas y túneles subterráneos. Muy pintoresco.
- Explorar cuevas y volcanes cercanos: si tienes más días, puedes hacer una excursión al volcán Merapi o visitar la Cueva Jomblang, famosa por su haz de luz celestial al mediodía.
Consejos finales para viajar por Java
- Transporte: Grab es tu mejor amigo para moverte en ciudades. Para trayectos largos, el tren es cómodo y seguro.
- Idioma: no todo el mundo habla inglés, así que tener algunas frases básicas en indonesio puede ayudarte mucho.
- Clima: Java es calurosa y húmeda, así que lleva ropa ligera y protege bien tus dispositivos del agua (sobre todo si visitas cascadas).
- Respeto cultural: especialmente en los templos, se espera que vistas de forma respetuosa (pantalones largos, hombros cubiertos). En algunos casos te prestan un sarong en la entrada.
Conclusión
Java fue una sorpresa absoluta. Aunque no tiene las playas paradisíacas de otras islas indonesias, su riqueza cultural, paisajes naturales impresionantes y la autenticidad de sus gentes hacen que merezca totalmente la pena. Es una isla que te exige un poco más de esfuerzo logístico, pero que te recompensa con experiencias que difícilmente olvidarás.
Si estás planeando un viaje por Indonesia, no dejes Java fuera de tu ruta. Te prometemos que no te arrepentirás.
Recuerda ver aquí el vídeo completo de nuestro canal de YouTube.
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